Resumen:
Cuando alguien se detiene ante una obra, está invitado a entrar en un diálogo silencioso alrededor de un significado que el artista pone en juego. Sucede entonces, que algo que parece ajeno, roza lo íntimo o lo cercano. Existen obras que tienden a ser autobiográficas e invitan al espectador a entrar en el diálogo que su creador establece con la imagen a modo de espejo. Son expresiones de una vida, que identifican profundamente al artista, pero también tienen resonancia en el observador que se sensibiliza con esa representación.