Abstract:
La pandemia obligó a las empresas a enviar a sus empleados a trabajar desde sus casas.
Lo que al principio parecía una situación de confort terminó por modificar hábitos. Así
las personas iniciaron una fase de aislamiento social y empezaron a invertir muchas más
horas de su tiempo en el trabajo. La frustración y el decaimiento no tardaron en llegar.
El regreso a la oficina al finalizar la pandemia se presentó de modo híbrido, es decir
algunos días en casa y otros en la oficina respetando las burbujas. Los cargos gerenciales
fueron los primeros en solicitar el regreso a las oficinas y la medida tuvo distintos grados
de aceptación. El regreso no fue lo que se esperaba ya que los protocolos de cuidado
siguieron vigentes lo que trajo aparejado una sensación de enojo.
“Un estudio revela que solo 1 de cada 10 de las personas que pueden trabajar de forma
remota desea volver a un entorno de trabajo tradicional a tiempo completo y viajar
largas distancias.” (Fuente: encuesta global de Hopes and Fears de PwC, transcripta por Telam
el 22 de mayo del 2021 realizada a 32.500 trabajadores en 19 países).
A pesar de los resultados, analistas de distintas áreas y
especialidades opinan que el cambio al trabajo remoto
como una realidad que llegó para quedarse.
El regreso a la oficina física requiere no solo de la
preparación de espacios distanciados sino el hecho de
prestar atención a los sentimientos de los empleados
para que no se frustren y sientan que volver no los beneficia.
Se pone de manifiesto la necesidad de recuperar vínculos, afectos, amistad, relaciones
y lugares compartidos. Se impone la necesidad de recuperar la “humanidad”.
Llamamos al nuevo producto “Capacitación Vivencial” y abarca propuestas lúdicas,
creativas y participativas, para inspirar la búsqueda del equilibrio y la motivación,
recuperar espacios de sociabilización y pertenencia, preparar al personal para la nueva
manera de trabajar, aumentar la confianza y construir pertenencia.