Resumen:
El sistema previsional argentino no está exento de las complejidades que
aquejan a numerosos sistemas a nivel global: el envejecimiento poblacional, la
caída de la tasa de asalarización y el viraje hacia formas de contratación
autónoma (TRADE, empleos de plataforma, etc.); lo que genera,
fundamentalmente, la merma de la relación entre aportantes activos y
pasivos.
Pero en el caso Argentino, también se pone en jaque la sustentabilidad del
sistema con la existencia de regímenes diferenciales y especiales de jubilación,
que difieren del régimen general en condiciones de otorgamiento, monto de
los haberes de pasividad y movilidad, sin observarse estrictos motivos de
seguridad social que los justifiquen.