Resumen:
Libros I al VII: Obra fundamental de san Agustín, quien la escribió ya en su vejez, entre 413 y 426, en años de calamidades y destrucción (Alarico había saqueado Roma en el año 410). En su parte inicial refuta las acusaciones hechas por historiadores y por las clases romanas nobles de que Roma hubiera caído por el efecto pernicioso del cristianismo, al tiempo que censura el paganismo y el culto a muchos dioses; argumenta que la historia de Roma no está llena de ejemplos morales, que los romanos no son mejores ni peores que otros pueblos y que el Imperio no era esencial para la salvación de la humanidad, sino un fenómeno histórico más. En esta primera parte san Agustín se dirige a un público avezado en la historia de Roma, por lo que tiene que recurrir a multitud de ejemplos de la historia (sobre todo de época republicana), que demuestra conocer muy bien.