Resumen:
Desde comienzos de año la cadena de valor de la industria textil e
indumentaria atraviesa una difícil coyuntura, caracterizada por la caída del
consumo en el mercado doméstico, elevados costos de producción y una
presión impositiva que golpea más fuerte a las pequeñas y medianas
empresas, que son las que predominan en el sector.