Resumen:
El proceso creativo se encuentra ligado a la actividad cerebral. Dicho proceso se entiende como una “capacidad de crear” en contraposición a la noción de innovación que se centra en la “acción de crear”. De este modo, las personas son más creativas cuando detectan estímulos cognitivos enlazados a los niveles de noradrenalina cerebral (neurotransmisor), ya que favorece la comunicación entre las redes. Los lóbulos frontales se ponen de relieve en los estudios emergentes del pensamiento creativo en relación a las funciones ejecutivas. Las conexiones neuronales proyectadas es una técnica que se conoce como neuroimagen con la finalidad de derivar información de la reestructuración cerebral y plasticidad cerebral. Las técnicas de neuroimagen permiten analizar la actividad del sistema nervioso y observar el desarrollo de habilidades en el aprendizaje. Asociadas a la creatividad, a lo largo de la historia, se ha hablado de la inspiración en el sueño, o bien se ha hablado de la conectividad entre los dos hemisferios para favorecer la creatividad, u otro agente de interés ligado al proceso creativo, entre otros, es el bloqueo mental. Agentes o perspectivas diversas del proceso creativo. Y, para finalizar, se plantean algunas actividades que contribuyen a emplear la creatividad en sus ejecuciones.