Resumen:
Definimos el DTR como un proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural. La transformación productiva tiene el propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo institucional tiene los propósitos de estimular y facilitar la interacción y la concertación de los actores locales entre sí y entre ellos y los agentes externos relevantes, y de incrementar las oportunidades para que la población pobre participe del proceso y sus beneficios. Constatamos la existencia de una fuerte convergencia en torno a los conceptos básicos que pueden ser el sustrato de un enfoque territorial del desarrollo rural, a partir de la revisión de experiencias y propuestas innovadoras en diversos países de la región; de la experiencia europea LEADER y de la canadiense sobre partenariado rural, así como de las propuestas de los organismos de cooperación para el desarrollo. Dicha convergencia apunta a: terminar con la identidad desarrollo rural = desarrollo agropecuario; rescata la importancia de los vínculos urbano-rurales y con mercados dinámicos; enfatiza la innovación tecnológica; y plantea la exigencia de reformas institucionales, descentralización y fortalecimiento de los gobiernos locales, concertación social, intersectorial y público-privada, y otros. Se analizaron los aportes relativos a desarrollo económico y espacio de la teoría y de la ciencias sociales aplicadas en relación con los clusters; a los nuevos distritos industriales y al desarrollo económico local, con el propósito de que en el futuro se pueda ir más allá de una “intuición fundada” del DTR y avanzar hacia una razonable teoría de la acción para el diseño de políticas, programas o proyectos orientados a la superación de la pobreza rural. De esta revisión, se extrajeron siete elementos que deben ser considerados por el enfoque de DTR.