Resumen:
Continuación de otro texto de Kandinsky, De lo espiritual en el arte, debe su origen, en su mayor parte, a la tarea que su autor había asumido en la Bauhaus desde 1922. En efecto, tanto en su pintura como en sus ideas estéticas, Kandinsky mostró siempre una personalidad absolutamente vanguardista y provocadora de acaloradas polémicas. Y, en este sentido, la presente obra es uno de sus trabajos fundamentales, ya que, a la par que una esclarecedora contribución al análisis de los elementos esenciales del quehacer pictórico, constituye una aportación básica a la búsqueda de un método genérico para las investigaciones de las ciencias artísticas.