Resumen:
presenta como una
obra de literatura documental, bucea con implacable lucidez en la poesía y el
horror de la vida; es el espléndido resultado de una necesidad de
comunicación directa entre lector y materia narrativa, que Truman Capote
buscó febrilmente para conseguir una escritura «sencilla y límpida como un
arroyo de montaña». Una prosa en la que pudiera mantenerse al margen del
tema tratado, sin influir con su estilo, juicios y opiniones. En palabras suyas:
hacer del lector un observador o, mejor aún, el testigo de una experiencia
verdadera que, contada bajo tal óptica, resultará mucho más subyugante que
si el autor la interpretase al modo clásico. El libro está dividido en tres partes.
En primer lugar, seis breves piezas iniciales de magistral concepción y
ejecución. Luego, una novela corta, "Ataúdes tallados a mano", lleva a sus
últimas consecuencias el enfoque testimonial de "A sangre fría" y relata la
espeluznante historia de Quinn, un psicópata solipsista que se dedica a
asesinar macabramente a los jurados que en un juicio han votado en su
contra. Finalmente, siete Conversaciones y retratos, entre los cuales
destacan el magistral texto en el que Capote acompaña a una asistenta en
«un día de trabajo» limpiando domicilios, la estremecedora entrevista a un
maníaco asesino recluido en San Quintín, la agridulce y famosa semblanza
de Marilyn Monroe y, desde luego, el desgarrador autorretrato del autor y su
imaginario gemelo.